La equidad racial es un compromiso explícito en este proyecto puesto que nuestro objetivo es reducir las desigualdades educativas que sufren las comunidades indígenas que viven en el sureste mexicano.
Creemos que acceder a una mejor educación, asegurando los aprendizajes fundamentales en lenguas originarias, es una acción concreta, plausible y medible de equidad y justicia social. En la medida que los NNAJ mejoren sus aprendizajes fundamentales, podrán participar de una manera más justa y equitativa en la solución de sus problemáticas y potenciar procesos identitarios indispensables para construir una ciudadanía social. Fomentar la lengua materna, en este caso lenguas nacionales mexicanas, es una acción afirmativa fundamental para lograr mayor equidad. Asimismo, consideramos que este proyecto tiene un fuerte compromiso con la participación de la comunidad.
Desde sus orígenes, MIA ha sido un proyecto abierto y participativo. En todos los procesos (diseño de instrumentos de medición, aplicación de intervenciones educativas, evaluaciones formativas y ciudadanas, entre otros) las comunidades locales participan de manera activa. Trabajamos de manera frecuente con organizaciones sociales y comunitarias de diverso tamaño. Todos los materiales, instrumentos, y resultados de nuestra labor son públicos y gratuitos, protegidos por licencia Creative Commons, que permite que más personas puedan hacer uso de estas metodologías.
Por último, consideramos que tener procesos explícitos, abiertos, gratuitos y participativos de transferencia de capacidades nos permite el desarrollo de liderazgos comunitarios importantes. En muchas localidades, los voluntarios que han trabajado con nosotros se transforman en facilitadores comunitarios y adquieren capacidades de liderazgo buscando abatir las desigualdades educativas.